La fantasía sexual de poder realizar el amor con todos los hombres y/o mujeres que se desean es más común de lo que crees, de hecho si no la presentas deberías empezar a preguntarte si eres un ser humano.
Con el paso de los años la monotonía puede ir acabando con nuestro deseo sexual. Esta falta de interés puede deberse a distintos factores emocionales y psicológicos que pueden dañarte no sólo a ti sino también a tu compañero.
Es un trastorno que presenta rechazo extremo por el sexo, evitando todos los contactos sexuales genitales con una pareja sexual. Se da más frecuente en las mujeres. Representa aproximadamente entre el 3,5 al 4,5% de los casos que se consultan por una disfunción sexual. Al igual que en las fobias, se producen intensas reacciones corporales como: sudoración intensa, aumento de la frecuencia cardíaca y de la tensión muscular y mucho más, con tan solo imaginar alguna actividad sexual.
La adolescencia es la etapa de la vida en la que aparece nuestra capacidad para sentir amor romántico. Casi todos recordamos nuestro primer amor adolescente, y lo recordamos siempre, porque sentir por primera vez esa emoción deja una huella imborrable en los seres humanos.
Para innovarse hay que crear y dejar de protestar y abrirse al cambio profundo.
¿Se sufre con la soledad?
Hay una soledad deseada y otra que es una señal de peligro, porque somos una especie que justamente evoluciono a partir de la cooperación en grupo. Es muy importante tener dos o tres afectos cercanos si no se vive en pareja, para evitar aislarse. Personas que sean significativas para uno. En occidente predomina un modelo individualista, que lo que nos dice es: Tenes que irte de la casa de tus padres y formar la propia familia. Para eso debes ganar autonomía, esto es positivo para el crecimiento personal, pero también podemos tomar elementos positivos de la sociedad de Oriente, que son una sociedad colectivista, en donde no se sufre la soledad.
La gran mayoría de las personas ignoran como usar el poder de la seducción en la práctica diaria; son muy pocos los que descubren este poder como herramienta vital para el éxito. Todos tenemos el poder de seducir, solo hay que sacarlo. Si lo aprendemos a usar de pequeños es más fácil luego; de todas formas nunca es tarde para sacarlo a relucir, porque lo llevamos dentro.
Como sociedad estamos desatendiendo a los menores de edad y dejando que la violencia disponga a su antojo. El hecho de que sus desapariciones y muertes se vuelvan materia cotidiana en los medios de comunicación, como algo rutinario, prende una luz roja de alerta que a todos debería preocuparnos, porque se trata de nuestro futuro como sociedad.
Un relevamiento global concluye que aumento la expectativa de vida, pero con mayor carga de enfermedad encima. Las enfermedades asociadas con los malos hábitos cotidianos, como el tabaquismo y el sobrepeso, y la falta de promoción de la salud, son los principales factores que atentan contra una vida más larga y saludable.
Marcy Borders tan solo tenía 28 años, cuando dos aviones se estrellaron contra las torres del World Trade Center en Nueva York. Al estallar el primer impacto en la torre sur, Borders decidió escapar de la torre contigua, pese a que su jefe le ordenara permanecer en el escritorio de trabajo. Cubierta de una espesa capa de polvo y desorientada, Borders se refugió en un edificio cercano, donde un fotógrafo; Stan Honda, tomó la icónica foto que dio vuelta el mundo y le valió el apodo de la “Dama del polvo”.
La relación de amigovios puede estar de moda y marcar tendencia entre los jóvenes y gente de mediana edad, pero algo que nadie mide en el tiempo, es el costo emocional que esto puede acarrear. Las relaciones de amigovios no son para todos. Uno de los riesgos más importantes es cuando uno de los dos se enamora del otro, y no es correspondido de igual manera. Este vínculo es de carácter superfluo en comparación a otras formas de vinculación mas estables de pareja; porque aquí hablamos siempre de un vínculo de amistad, sea superficial o verdadero, que no prospera en el tiempo. No entra dentro del campo del amor, ni del enamoramiento. Puede ocurrir que los amigovios se enamoren el uno del otro, pero no es lo usual.
¿Quién no sintió alguna vez ganas de que no le rompieran las pelotas? ¿Cuántas veces nos fuimos a dormir solos, luego de haber fracasado en una cita? ¿Quién no sintió deseos de asfixiar al compañero que roncaba como caño de escape roto? Sobran los motivos y excusas para vivir solo, sin darle cuentas a nadie; aunque detrás del alivio aparente acecha la soledad; esa pesadilla de la que pueden hablar con propiedad los separados, viudos y divorciados que extrañan su pasado en compañía; a los hijos; o todo aquello que esperaban obtener y no lograron en la vida. Eterno disconforme, el ser humano sigue siendo el más indescifrable objeto de estudio del reino animal.
Las terminologías modernas de los adolescentes, tipifican, incluso rotulan de manera hiriente a todo aquello que desentona con su medio social y modos de comunicarse. Podemos hablar de tres categorías generales, de modo coloquial: “Los cualificados” , “los villeros” y “los Frikis” , que devienen del término “Freak”, en Ingles, de connotación peyorativa, porque alude a fenómeno en el mal sentido de la palabra.
La sociedad occidental, no está preparada para atravesar los duelos relacionales, como son la muerte de un familiar, o una separación de pareja. Estamos acostumbrados al orden y la estabilidad de las etapas evolutivas, y cuando eso se interrumpe, nos paralizamos y quedamos atrapados en un sentimiento de indefensión y negación de la realidad, al sentir que perdemos el control de la situación, que nos genera multiplicidad de amenazas en un futuro cada vez más incierto. El proceso de duelo de pareja suele durar entre seis meses; o años, dependiendo de cada caso particular.
La mayoría de los espectadores reímos cómodos al abrigo de la ficción morbosa, intercalada con humor negro, para suavizar la realidad cruda y disfrutarla de modo pasatista; pero no observamos el lado B de la mecha corta que puede despertar en personalidades maníaco – depresivas, de naturaleza perversa, como fué el caso de Andreas Lubitz, copiloto Alemán, que estrelló deliberadamente el avión en los Alpes, conocido como el asesino de la tragedia de Germanwings.
Cuando la necesidad de sexo se vuelve compulsiva, y arruina los vínculos humanos e interfiere con el trabajo; la familia; y pone en peligro el patrimonio económico; un mal que acecha a la población posmoderna, como una adicción más de la lista.